martes, 2 de octubre de 2012

Macarena Garcia Concha de plata a mejor actriz en San Sebastian

El cuento de Pablo Berger obtiene el Premio Especial del Jurado y el de mejor actriz para Macarena García en una edición que brinda la Concha de Oro a 'En la casa', de François Ozon


El sueño de 'Blancanieves' ha tenido un despertar feliz en San Sebastián. El Premio Especial del Jurado recompensa el atrevimiento de Pablo Berger con una cinta que iniciaba su carrera comercial este viernes sin demasiada fortuna: es décima en taquilla, aunque también es verdad que ha tenido un lanzamiento con pocas copias. La Concha de Oro, el premio gordo del certamen, recayó en otra de las favoritas de la crítica, 'En la casa', de François Ozon, un inteligentísimo enredo basado en una obra teatral del dramaturgo madrileño Juan Mayorga, que también fue el mejor guion.
Si 'Blancanieves' no ha arrancado con buen pie su trayectoria en las salas, 'El artista y la modelo' ni siquiera aparece entre los diez títulos más vistos el pasado viernes. Fernando Trueba obtuvo una justísima Concha de Plata al mejor director por su hermosa reflexión sobre la creación artística rodada en francés y blanco y negro. El palmarés de la 60 edición del Zinemaldia puede calificarse como un triunfo del cine español. Además de Berger y Trueba, los premios de interpretación hablan castellano: José Sacristán, por 'El muerto y ser feliz', y la joven Macarena García, por 'Blancanieves', ex aequo con una de las protagonistas de 'Foxfire'.
En un año decisivo para nuestra cinematografía, herida por recortes y la subida del IVA, Fernando Trueba recordó que el cine «es arte y cultura, pese a quien pese». Y gritó, como Javier Rebollo, «¡viva el cine libre!». Hasta François Ozon condenó la «difícil situación» de los realizadores españoles y les dedicó su Concha de Oro. Con recortes, criticó, no se ayuda a la cultura. «Nunca hay que atacar la cultura, así no resolveremos esta crisis financiera. El mundo necesita cine. Y también cine español».
'En la casa' se situó desde el tercer día en lo más alto de las quinielas. François Ozon, un cineasta irregular y prolífico, capaz de saltar de lo intenso a lo frívolo, adapta la pieza teatral de Juan Mayorga 'El chico de la última fila'. Cuenta la relación entre un profesor de literatura y uno de sus alumnos más aventajados, que se introduce en la vida de un compañero en busca de inspiración para sus relatos. El maestro acabará tan seducido por lo que cuenta su pupilo que recobrará las ganas de enseñar.
Ozon logra un juguete absorbente que empuja al espectador a no ser un 'voyeur' pasivo, sino un agente activo en la construcción de la narración. 'En la casa' entrecruza de forma diabólica la ficción y la realidad. Plantea la necesidad que tenemos de imaginar y fabular para vivir, y cómo desde la ficción se puede acabar alterando la realidad. Es una cinta inteligente y morbosa con un actor en estado de gracia, Fabrice Luchini. Y un espaldarazo internacional para Mayorga, uno de nuestros dramaturgos punteros.
Un proyecto de ocho años
Pablo Berger también reflexiona sobre el cine y su historia en su segundo largometraje. El director bilbaíno imaginó muda y en blanco y negro su particular traslación del cuento de los hermanos Grimm a la España de los años 20 mucho antes que 'The Artist' arrasara en los Oscar. Su segundo largometraje es un compendio de guiños cinéfilos que van de 'La parada de los monstruos' de Tod Browning al cine expresionista. El universo taurino como excusa para darle la vuelta a los clichés patrios, algo que también conseguía en su ópera prima, 'Torremolinos 73'.
A sus 48 años, Berger disfruta al fin del reconocimiento que otros compañeros de generación han tenido. Abandonó un trabajo en Arthur Andersen para rodar cortometrajes y le dio la primera oportunidad a su amigo Álex de la Iglesia, que hizo los decorados de 'Mama' en 1988. Después se fue becado por la Diputación de Bizkaia a estudiar cine en Nueva York y allí se quedó hasta regresar con la deslumbrante 'Torremolinos 73'.
Las clases le han permitido vivir mientras trataba de levantar durante ocho años 'Blancanieves', seleccionada para representarnos en los Oscar. «El cine para mí tiene que ser como caminar en la cuerda floja. Y mi red es mi familia. Dedico este premio a mi mujer y a mi hija», agradeció Berger.
Macarena
La protagonista de 'Blancanieves', Macarena García, también vivió anoche su cuento de hadas con la Concha de Plata a la mejor actriz. Popular por las series 'Amar en tiempos revueltos' y 'Luna, el misterio de Calenda', esta madrileña debuta en el cine con un papel que saca provecho de sus ojazos expresivos y en el que no pronuncia una sola palabra. Tiene 24 años y su triunfo en San Sebastián recuerda el de María León el año pasado, que después tuvo continuación en los Goya.
Macarena García compartió la Concha de Plata a la mejor actriz, que recibió entre lágrimas, con Katie Coseni, una de las jóvenes protagonistas de 'Foxfire', de Laurent Cantet. El realizador francés narra la historia de un grupo de chicas en la América de los años 50, que se unen para combatir con violencia el machismo que les rodea.
El galardón más aplaudido de la noche fue para un actor de 74 años que vive un renacer en su carrera después de que el cine español se olvidara de él durante dos décadas. José Sacristán persiguió suecas, se fue a Alemania con Pepe y encarnó al españolito de la Transición. Javier Rebollo también le deja en pelotas, literalmente, como hacía David Trueba en 'Madrid, 1987'. Lástima que su asesino a sueldo con cáncer terminal en 'El muerto y ser feliz' no hable mucho, lo que nos hurta la oportunidad de escuchar una de las voces más memorables de la escena española. Lástima también que el actor no pudiera recoger el premio al tener anoche función teatral de su 'Quijote' en Cáceres. Su película fue la propuesta más arriesgada de un cine español que saca nota en una edición del Zinemaldia con sobredosis de estrellas y un dignísimo nivel medio de la sección oficial.

Fuente texto     

No hay comentarios:

Publicar un comentario