La actriz, nominada al Goya por su papel en la película ‘Blancanieves’, se divierte con una sesión de karaoke, una tarde de cine y un aperitivo al aire libre en el barrio de Montecarmelo
1. La Cocina Rock Bar. Lo que más me gusta del mundo es bailar y en este bar-discoteca encuentro el mejor rock para mover las caderas. También preparan unas hamburguesas muy buenas que te puedes pedir a cualquier hora de la madrugada. Lo mejor de todo, además de sus conciertos en directo, son sus sesiones de kararocker, una especie de karaoke con banda en directo (Alberto Alcocer, 48).
2. El Retiro. Pasé la mayoría de las tardes de juegos de mi infancia en este maravilloso parque porque vivía en sus inmediaciones. Allí aprendí a montar en bicicleta y a patinar. Entre sus árboles celebré mi décimo cumpleaños y aún recuerdo lo bien que se lo pasaron mis invitadas jugando a la comba toda la tarde.
Gata de pura cepa
Con apenas 24 años, Macarena García ganó la Concha de Plata a la mejor actriz en San Sebastián por su papel en Blancanieves, de Pablo Berger. Esta madrileña empezó la carrera de Psicología, pero la abandonó por la interpretación.
3. El Búho Real. Me encanta esta sala de conciertos porque es muy acogedora y siempre ofrece muy buena música. Allí descubrí a una de mis bandas de pop-rock favoritas, el grupo 84, y entre sus bóvedas asistí a uno de los primeros conciertos de la cantante Bebe (Regueros, 5).
4. El Jardín Secreto. Siempre que voy a este restaurante le suplico al dueño que me regale alguno de los objetos que cuelgan en sus paredes o que decoran sus mesas. El ambiente de este local es de lo más romántico que hay en la ciudad (Travesía del Conde Duque, 2).
5. Mi casa. Uno de los momentos más felices del día es llegar a la puerta de casa y toparse con el cartel que colgó mi madre en el que se puede leer: Welcome to sweet home (Bienvenido al dulce hogar). Es mi escondite favorito. Intento pasar todo el tiempo que puedo entre las paredes de mi cuarto. La puerta está decorada con las manos pintadas de mis seres queridos.
6. Cine Renoir Cuatro Caminos. La única vez que vi Blancanieves como cualquier espectador más fue en una de sus salas y nunca podré olvidar las caras de la gente al ver la película. Apenas pestañeaban. Al acabar, aplaudió todo el mundo. Fue muy emocionante vivirlo en mi cine de siempre. (Raimundo Fernández Villaverde, 10).
7. Casa Ricardo. Es el restaurante al que acudo cuando no tenemos tiempo de hacer la comida en casa o cuando simplemente estoy vaga. Conozco a Ricardo, su dueño, y él sabe qué plato prepararme en cada momento. Recomiendo su cocido madrileño y la ensalada de tomate y caballa (Sauce, 5).
8. Teatro Lope de Vega. Le guardo cariño porque en su escenario me estrené en 2008 con el musical High school musical. Desde entonces he vuelto varias veces a sentarme en sus butacas para ver musicales comoEl rey león o Los miserables, donde trabajan algunos de mis compañeros de High school (Gran Vía, 57).
9. Nagoya. Soy adicta a la comida japonesa y me encanta el sushi que preparan. Siempre que voy pido el surimi tempura maki, relleno de cangrejo con queso filadelfia y cubierto de aguacate. Además, recuerdo perfectamente la reseña de este plato que aparece en la carta: el N-17.
10. Mirador del barrio de Montecarmelo. Al final de la calle del Monasterio de las Huelgas hay una colina donde mis amigas y yo nos reunimos para tomar el aperitivo al aire libre. Desde allí las vistas de Madrid son impresionantes. Entre aceitunas y patatas fritas disfrutamos de un bonito atardecer.
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